María José Soler: “Los niños cartageneros tendrán que esperar a mayo; ya queda menos”
En el día de ayer, el Gobierno local volvió a defraudar a Cartagena. Más allá de entrar en sus modales opresores, faltones y arrabaleros, amenazantes incluso por parte de la alcaldesa del PP, N. Arroyo, están los hechos objetivos.
Uno de ellos es la negativa frontal, certificada durante el Pleno de ayer en la moción del portavoz adjunto de MC, Jesús Giménez, a atajar los graves problemas de mantenimiento en los parques infantiles del municipio, ampliar su número y, posiblemente la iniciativa de mayor calado social, equiparlos con elementos de juego adaptados para niños con discapacidad.
En síntesis, la soberbia del Ejecutivo local vetó la posibilidad de trabajar en una inclusión real, dotando los espacios lúdicos infantiles de nuevos elementos de juegos para niños con necesidades especiales. De esta forma pretendíamos avanzar en una accesibilidad tangible.
Así lo ha lamentado hoy la concejal cartagenerista, María José Soler. “De forma sorprendente y grosera, el Gobierno local votó ayer en contra de mejorar el mantenimiento de los parques infantiles pero, sobre todo, se opuso a poner en marcha un plan para dotar de elementos de juegos adaptados esas zonas”.
Una necesidad ineludible no prioritaria para Arroyo
Amparada por la lógica, Soler ha justificado que “como explicaba la moción, resulta ineludible dotar los espacios lúdicos infantiles de nuevos elementos de juego para los niños con necesidades especiales y así conseguir que todos los parques infantiles de la ciudad sean accesibles para todos los niños, independientemente de sus capacidades”.
“Pues bien, para Arroyo y los suyos esa necesidad no existe”, ha manifestado con incredulidad la edil de MC. “Mucho humo con ‘Ciudad Amiga de la Infancia’, el plan de accesibilidad, el de infancia y al final lo que queda es la nada, ni adaptar los juegos”.
La dejadez por bandera
“Todo ello”, ha continuado María José Soler, “en un contexto general de dejadez en estas zonas, donde falta condiciones, juegos y hasta los personajes como Pocoyó han desaparecido”.
“Los niños cartageneros tendrán que esperar a mayo. Ya queda menos”, ha concluido.