Tres derrotas consecutivas. La peor racha de la temporada cuando los rivales más asequibles aparecían en el calendario. Cero puntos ante equipos de esos que van a pelear por y con las mismas intenciones. Tres partidos de los que duelen perder y nunca se debió hacer. Tres goles a favor y seis en contra. Extraño cuando se justifica ante el micro lo innegable, insólito cuando ya suena a disco con la misma melodía.
- Esto no es bronce, la 2ªA machaca. Aunque no se entienda y algunos se planteen guiones de esos que queman al cogerlo -ya no digo leerlos-. Nadie duda y todos lo hacen. Nadie se queja pero todos lloran. Y entre interrogantes y lágrimas se esperan soluciones, críticas, pero soluciones. Y cuando no llegan cualquiera se piensa que el cortijo no tiene puertas, que todo se cocina y se engullen dentro, algunas veces sin masticar, sin reflexión.
- Eladysmo, siempre lo mismo. Crea tendencia y es de los que no mira atrás aunque la falta de respeto hacia él fuera mayúscula en la pretemporada. Y fuera más inmensa aún cuando trataron de justificar lo inexplicable, del blanco al negro en dos días. Hoy te irías indemnizado, mañana serías fundamental. ¿En qué quedamos? En que el aficionado es soberano y el jienense rey. Nada más. Su ardor, garra y pelea no se puede negociar. Aunque arrastrado, lo da todo. Esperad que acabe el año con 7-8 goles y apurad para renovarle. De esto trata el fútbol.
- Los pesos pesados, claves. Y no lo quiere ver. Y no lo quieren ver. Y lo queremos ver. Todos, sin distinción. Es lo que hay cuando se mira a muchos del banco y se acierta a sostener la mirada en jugadores que darían lo que no tienen por ayudar en el césped. Miro a Carlos David, ofrecido a mil clubes en verano, y le sostengo titular siempre. Que me digan hoy en Miranda de Ebro si lo hubiese hecho peor. Y veo a Jurado, otro faltado al respeto en verano como si fuera un becario, y tatuaría su nombre en cualquier crónica mundana.
- Y desde el banco volvemos al proceso lector, a eso que llaman lectura de partidos. Verza hoy, otros días otros. Y no es algo contra el jugador, lo es a quién decide. Argumentos sobran, sin ser ventajistas, aunque me acusen de ello. Estar en la pasarela exige aceptar la crítica ajena, la autocrítica y poder en la espalda para cargar con todo ello, aunque luego seamos los de la palabra en los medios los culpables. Recuerden que el abonado ha pagado por sostener desde casa a un club que llevan en la sangre.
- Lo mejor, el atisbo de luz, es que, pese a la indolencia del inicio de la segunda parte, el equipo fue capaz de levantarse. Espoleado por un Elady incombustible, tuvieron el 3-2 en el penalti… pero es que ayer pisar el área albinegra ocasionaba taquicardias a la afición. Que nadie dude que sea la ocasión este fin de semana de que Bulka salte al césped. Veremos ante el Mallorca. No sería justo, pero…