CAZURREOS VI

CAZURREOS VI

  • Dolorosa derrota por la forma. Perder siempre duele, hacerlo cómo sucedió el sábado, además, escuece. Y no deja de picar cuando lo valoras con la pausa del tiempo transcurrido. Es más la forma que el fondo cuando rascas y no encuentras motivos. La UD Logroñés, un equipo manido a sostenerse en partidos cerrados, fue mejor goleando -lo hizo una vez- que jugando para mostrarse. Al final, la distancia entre jugar y competir es el gol. Y el camino, a veces, duele cuando se da en contra. Los riojanos compitieron, emergieron una vez y se llevaron los tres puntos.
  • Racha ofensiva rota. Ocho partidos consecutivos llevaban los de Borja Jiménez logrando abrir la lata rival con un, sobre todo, Rubén Castro enrachado. Los rivales le han cogido la matrícula y los riojanos la memorizaron. Necesitaron poco para saber que la correa hay que ponerla donde se debe, en un tridente que no tuvo fortuna y que lo buscó sin el acierto de anteriores citas. Casi dos meses sin despedirse de un partido sin marcar, desde el 20 de septiembre, y con la sensación de tranquilidad pese al resultado.
  • Sorprendió la sensación de control. Hasta ahora había sufrido poco el equipo cartagenero cuando había salido a dominar, a jugar cómodo, a sentirse protagonista… y creo que ante la UD Logroñés el equipo pecó de confianza. Tanto llegaban que pensaban que tendrían su oportunidad, pero el rival juega e hizo lo que sabe en su ADN de poca vistosidad y eficacia. No le pidas a un equipo de Sergio Rodríguez virtuosismo, pídele ganar. Y lo hicieron.
  • El Castellón, con la necesidad acechando. Los orelluts se presentan al partido con tantas dudas como aventando sus miserias. Y es que seis derrotas consecutivas han hecho que los fantasmas aparezcan en el equipo de Óscar Cano. Se acusa al club de tener una plantilla descompensada, de no saber sacar partido a los refuerzos, de no mantenerse erguido en los duelos cuando más se necesita… pero la realidad es que su dinámica es muy preocupante y es ahora cuando los de Borja deben aprovecharse de un equipo moribundo a nivel de resultados.
  • Un equipo con poca pólvora en ataque. Lo demuestran los dos goles a favor en los últimos cinco partidos que, además, no han servido para sacar nada positivo. Le cuesta mucho al equipo crear y definir pese a contar con jugadores de un potencial enorme, la mayor parte de ellos compensando a los que se mantienen del curso anterior; Juanto y César Díaz.
  • Los precedentes, negativos para el Cartagena. En catorce ocasiones se han medido en Castalia los dos equipos y en una sola oportunidad los cartageneros han sido capaces de sumar los puntos de la victoria, en la 83/84, con victoria 1-2. La última vez que se midieron fue hace diez años con tablas a dos goles. Marcaron para los nuestros Txiki y De Lucas tras ir perdiendo por 2-0.