CAZURREOS

CAZURREOS

 

  • Estoy convencido, me van a llover por todos los lados, y abro paraguas. Si por algo se ha caracterizado una parte -mínima, eso sí- de la afición del Efesé es por ser demasiado talibanera, irrespetuosa, nociva y venenosa. Una parte muy pequeña, excesivamente pequeña, pero a la vez muy ruidosa y que siempre usa las RRSS para esconder su valentía y ampararse en el ruido de la masa. No dan la cara por el miedo a delatarse, aunque entre ellos luego se acuchillan por la espalda y se descubren en los nicks lamiéndose las miserias. Tremendo, pero real. La vida de quienes no la tienen propia, la vida de quienes juegan a ser influencer entre indigencia intelectual.

 

  • Paso a Borja Jiménez, porque lo de Borja es un cúmulo de falta de acumulación… de victorias. Sus números languidecen. Dice Perry, que suele informarse con celo profesional, que el abulense suma en sus partidos oficiales solamente 4 victorias de 15 con el Efesé, unos números que, en un plantel con las exigencias del albinegro, en otro momento le hubieran llevado al cese. Estadísticamente sólo ha vencido desde el banco a Mérida, Sanluqueño, Balona y Córdoba. El resto han sido empates -incluyendo la final del PO ante el Baleares- y todo lo demás derrotas.

 

  • Subir a 2A es muy complicado, mantenerse es difícil y destacar una quimera. Lo primero lo han hecho los cartageneros, lo segundo lo intentan y lo tercero aún no se lo plantean.  Pero para hacerlo no basta con planes económicos -que son claves- de no encontrar en el césped un acomodo a las circunstancias que todavía no han hallado. Y esas circunstancias son las que engrandecen o minimizan una idea que, por ahora, es un puzzle donde faltan piezas, muchas piezas, aunque algunos se tiendan a esconder.

 

  • Me gusta la llegada de Pepe Aguilar al filial. Pese a su pasado grana, su educación le sostiene como lo que es; un caballero que se viste por los pies. Sin oportunidades en su tierra donde tener oportunidades con Víctor Alonso es como tratar de construir un pozo en el desierto, el acierto de la “Doble B” firmando al buque insignia de los últimos recuerdos murcianistas en la élite también es un sopapo a este Real Murcia que, con sus nuevos gestores, le importa un bledo lo que es su historia, los símbolos y la sangre grana. Por desgracia, en casa del herrero, no hay ni cucharas de palo.

 

  • Carrasquilla es ahora el emblema de Cartagena a nivel futbolístico y del Efesé desde esa grada ahora vacía que le idolatra. Su nivel es superlativo en un equipo que juega con grilletes desde el banco, sin alternativas ante la desgracia y con la bujía perlada. Se enfadan los de la bufanda y también los que no la llevan, ya sea aquí o en Panamá. Y uno de su mismo apellido se atreve a ser altavoz de lo que twitter grita.

 

  • Lo de Elady es la ambivalencia llevada al extremo. Te quiero, no te quiero, aceptas el finiquito o te renuevo. Te vas y que te ofrezcan a mil equipos, o entrenas con tus compañeros por baja forma física para correr un maratón. En fin… te renuevo, nos hacemos arrumacos y si te he visto no me acuerdo. Subyace un pulso que ha ganado el jugador, como van ganando el resto de castigados, un pulso que enquista las llegadas y sostenido por un límite salarial que ahoga tanto como aprieta.

 

  • Y la grada se anima. Y la ciudad empuja. Y se venden camisetas. Y nos da la tele, la tele de las buenas, esa que no falla, que no corta la emisión, que no se cuelga. Ya estamos en la élite porque no es lo mismo un partido desde el Tartiere que todos esos pesares en una categoría que nos engullía partido a partido.  Y es ahí donde los nobles de la nobleza dirigente en los despachos del club deben dar un golpe en la mesa y creerse que se ha salido del barro. Cambiar el chip es básico, y para ello no debes dejar hervir la leche y que se pierda. Podemos mirar la cazuela y saborear el postre, o relamernos con las sobras. Y el Cartagena no ha venido a eso.

Angel García Alvarez, @the1cazurreando