Región del Sureste

El 19 de junio del 1982, se publicó en el BOE núm. 146 la Ley Orgánica 4/1982 del Estatuto de Autonomía para la Región de Murcia, que ha sido reformado en 2019 por la Asamblea Regional y remitido a las Cortes Españolas, estando a la espera de su aprobación definitiva por éstas; reforma exprés y desatinada que no solo no resuelve los problemas de esta Comunidad sino que aventa los ya existentes de desconsideración a los 44 municipios que, sin ser la ciudad de Murcia, conforman, vertebran y constituyen, sin dar nombre, a esta Región.

Desde la constitución de la Plataforma por la Biprovincialidad, en enero de 2007, ésta ha ofrecido la mano abierta a la configuración de una Región que tuviera en cuenta algo más que la ciudad de Murcia. Sin embargo, esta Comunidad ha crecido aminorando el sentimiento regional hasta hacerlo prácticamente inexistente, fuera de lo que es la ciudad de Murcia y anulando lo que corresponda a otros municipios o localidades poniéndole la etiqueta de “Murcia/murciano” o, directamente, obviándolo.

Cada vez que desde la sociedad civil se ha hecho una reivindicación o se ha avanzado un paso en la difusión de una idea distinta a la vigente de Región, tanto desde la administración como desde los medios de comunicación a ella plegados, se ha promovido una campaña de mayor “murcianización”, dando una vuelta de rosca más a una situación que falsea, asfixia, anula y liquida cualquier intento de crecer dentro de esta Comunidad Autónoma, hablándose incluso de etnocidio.

La última encuesta de electomania (https://electomania.es/ep27myrmurcia/) deja unos preocupantes datos para quienes sostienen y fomentan el actual concepto de la Región: casi un 40% de los encuestados en la ciudad de Murcia manifiestan su deseo de cambio de sistema administrativo, porcentaje que se eleva en Cartagena al 86%. Y esto, a pesar de la constante publicidad institucional a la que nos hemos referido previamente.

Dado que la denominación de esta Región como “de Murcia” no solo dificulta una nueva reorganización administrativa de esta Comunidad en dos provincias, perjudicando claramente a la comarca natural del Campo de Cartagena,  sino que, además, entorpece el desarrollo del conjunto del millón y medio de habitantes de esta zona del sureste español, consideramos que es necesario un cambio en la denominación de esta Comunidad por una que contenga a todos sus habitantes, sin imposiciones ni exclusiones y preservando la idiosincrasia y el respeto al resto de localidades y municipios.

Recordemos que en esos años iniciales de conformación de esta Comunidad se llegaron a barajar diversos nombres, entre otros el de “Región de Murcia-Cartagena” intentando encajar el Artículo 147 de la Constitución Española (el estatuto de autonomía debe contener “la denominación de la Comunidad que mejor corresponda a su identidad histórica”) para finalmente ser,  nuevamente, burlados con la denominación actual. Sin embargo, no se pretende someter al resto de los habitantes de esta Comunidad a lo que desde la ciudad de Murcia se ha ejecutado ya hasta el etnocidio. No es objetivo de esta Plataforma imponer un gentilicio que no representaría a quien justificada y orgullosamente se siente jumillano, ciezano o caravaqueño…

Del mismo modo que nadie nacido en Águilas, Cartagena, Yecla o Lorca tiene por qué sentirse  “murciano” en lugar de aguileño, cartagenero, yeclano o lorquino, nadie en esta comunidad autónoma debería dejar de sentirse representado por pertenecer a una REGIÓN DEL SURESTE, pues es indudable que cualquiera de los habitantes de esta Región, puede decir con razón que pertenece al Sureste español.

De esta manera, se lograría una denominación que ubicara de manera inmediata nuestra Región, lo que habitualmente no ocurre, y se evitaría lo que desde hace tantos años venimos sufriendo: la confusión, el manejo inadecuado y tendencioso, nada casual, del término “murciano”, dejando éste para lo que realmente es, lo que corresponde y hace referencia a la ciudad de Murcia.

Este cambio de denominación por el de REGIÓN DEL SURESTE, implicaría la inmediata consecuencia de aunar sentimientos de otras localidades distintas a la de Cartagena pero también soslayadas por el insaciable apetito de la administración murciana, que se apropia indebidamente de excelencias, talento, riqueza o celebridades regionales. Imaginen el beneficio, por ejemplo, para los vinos de Yecla, Bullas o Jumilla en la Región del Sureste; para Lorca, la ciudad de Sol, en la Región del Sureste; la patria chica de D Francisco Rabal Valera, aguileño de la Región del Sureste; ya no tendríamos que exigir la adecuada nominación de D Isaac Peral como inventor cartagenero, maliciosamente llamado “murciano”, condenado a existir solo bajo la denominación de “murciano” o al olvido de por vida, olvidado por no difundir lo que es de la Región si no se hace como “murciano”.

Se facilitaría también la restitución de la Provincia de Cartagena, deseada en la referida encuesta por el 72% en Cartagena, beneficiosa para ésta, su comarca, la Región y para España, como ha demostrado una y otra vez la Plataforma 2es+, avalada según intereses de la circunstancia política gobernante, tanto por el PSOE como por el PP.

Por tanto, desde la Plataforma por la Biprovincialidad del Sureste Español, hoy 9 de junio, día de la mal llamada Región de Murcia, proponemos y animamos a los habitantes de esta región en pos de una nueva nominación: “Región del Sureste”.

Pablo Cerezuela Fuentes

Plataforma por la Biprovincialidad del Sureste Español