Durísimo partido el disputado esta mañana en Ciudad Jardín. El calor, las bajas que se están acumulando, la cantidad de partidos que se han jugado en septiembre y un rival veterano que venía descansado y en buena dinámica hacían presagiar la que podía ser la primera derrota, tras una serie de 7 partidos sin conocerla.
La salida del equipo no fue como se esperaba, y tras una primera llegada en la que se le anuló un gol a Mario por fuera de juego, llegaba el primer gol del Huércal-Overa en el minuto 14 obra de Asensio David, y 10 minutos después era su hermano Adrián, el que ponía el 0-2 en el marcador. Se sufrió mucho y no se llegó a controlar el partido en ningún momento.
En el descanso el míster Juan Lillo realizó 2 cambios y varió de sistema, pasando a una defensa con 3 centrales. Se retiraban los 2 laterales y salían al campo un central como Booker y otro delantero, Ismael. Ahí apareció el equipo albinegro. Se encerró al equipo andaluz en su área y era cuestión de tiempo que entrara el primer gol. Y llega el “loco” minuto 60. Tras una protesta de Mario el árbitro le saca una dudosa 2ª tarjeta amarilla por lo que el FC Cartagena se quedaba con 10, y en la siguiente jugada una mano de Mulero le suponía también la 2ª amarilla y un penalti que daba vida al equipo.
Mario anotó el penalti (1-2), ambos equipos con 10 jugadores y un empate que se veía cerca ya que el Huércal-Overa no salía de su área. La pena fue que en el minuto 68 una volea desde casi el centro del campo, en una jugada aislada, pilló adelantado a Fran y ponía el 1-3 cuando menos lo merecían.
A pesar del mazazo el filial nunca se rindió y siguió atacando hasta que el pichichi Mario volvía a dar esperanzas en el minuto 86, anotando el 2-3, que a la postre fue definitivo. El árbitro no descontó el tiempo perdido en las pausas para el agua y no se jugó apenas en los últimos instantes demostrando el rival su veteranía y saber hacer en esos momentos.
Lillo destacó al final que “hemos encajado goles de estrategia que trabajamos y no podemos permitir que se repita”. Además, “venimos muy cansados, con muchas bajas y tenemos que aprender a dosificar para tener una buena regularidad”, destaca. Por otro lado, “el horario tampoco nos ha favorecido, más bien lo contrario”.
Ahora tenemos 7 días para recuperar físicamente y mentalmente a los jugadores y que se vayan incorporando los lesionados.